Verano Brisas

UN ESPÍRITU IRLANDÉS

No ataco las conciencias limpias

ni a los que llevan una vida recta;

sólo me aparezco a chantajistas,

desleales, matones y políticos,

corruptores de niños y embusteros

que quieren eludir impunes

la imperfecta justicia de los hombres.

 

Mi silueta, incompleta y terrorífica,

pareciera de bruja si no fuera

por mis molares que trituran huesos.

Me ven elegante y seductora,

cuando no como una yegua negra

de ojos quemantes y afilados dientes.

 

Represento un espíritu irlandés

temido por todos los bellacos,

que actúa contra ellos

en sus andanzas nocturnas,

incluso, trastornando su razón

para impedirles descansar tranquilos.