Quiero acabar lo que no comienzo,
derribar las nubes persistentes,
navegar sin regreso
en las hojas del sauce,
despachar al viento las soledades,
acabar con todo,
acabar de nuevo.
Acabar las melancolías,
las soledades esculpidas en la piel,
las cortezas que el tiempo
pegó a mis costillas,
las transparencias oscuras,
de las almas frías.
Poner fin a las mentiras negras,
a ese reloj de piedra
que respira, jadeando en la alcoba
mientras enmudece la luna nueva,
y el rumor de las playas
se abraza a la arena muerta.
Espero la noche que todo lo cubre,
al heraldo del alba
que vuela sin alas,
al silencio que apaga las lámparas.
Extiendo las manos,
manos de furia desbocada,
y quiero acabarlo todo:
acabar lo mucho,
acabar la nada.