Havid Stiven

Mujer Con Rostro


Ya que es ardua la búsqueda de una mujer con rostro, la historia siempre termina conmigo a solas y escribiendo, desahogando mis penas, ebrio hasta los huesos; pero con el corazón altivo y palpitando con un buen y calmado ritmo, sin prisa, sin afán.
Ya la banalidad no es más que una distracción, me acerco más a la iluminación mareándome de risa en el viaje, envolviéndome en mi espíritu, esperando cada día ser cobijado por este mundo inmaterial donde para mí ya nadie tiene rostro.
Me quedo descansando, cerrando mi alma y llenando mis ojos de música. Satinando esta sequía opaca, expectante de una mujer con rostro que de seguro no va a ser ni la primera, ni cualquiera que se cruce en mi sendero.

 

Havid Stiven