Pedro Alexander López

Aromas y recuerdos

No existe antídoto para un café envenenado con recuerdos.

Estas condenado desde que el aroma inunda tus sentidos,

Y si el destino vive una noche de ironía,

Una tormenta llegará para matarte lentamente…

El primer sorbo, el sonido de la lluvia,

Se mezcla todo con el olor a tierra empapada,

No existe cura para semejante ataque,

No hay escape para salir de esa emboscada…

Llegan recuerdos, sonrisas, y caricias,

Noches en vela entregados a la pasión,

Llegan abrazos en silencio en la terraza,

Con un café, lluvia que cae y aroma a tierra mojada.