Alejandro Pezeira

Eres

Eres mía 

cuando junto los ojos y te sueño

eres mía. ¿Por qué tus pequeños ojos

son tan llorosos y tu labio tan liviano?

Es en sueño que tu mano y mi mano

se pierden, y dejo de ser tuyo,

y tú dejas de ser mía.

Somos un monstruo tejido

el uno sobre el otro 

por tener cuatro manos,

veinte dedos y los labios pegados.

¿Por qué acabas con mi alma

cada que toco tu cielo?

Te liberas de mi mano y dejo

de ser tuyo, dejas de ser mía,

y yo te pierdo

al abrir los ojos.

No quiero volver a verte sin ojos

con esos dos vidrios rojos.

¡Qué me rompen el alma!

y tú que te alejas y ya...

no eres mía.