Daniel Memmo

Fecha de vencimiento

Cuantos miedos entran en un frasco,

cuales de todas tus debilidades te vuelven fuerte,

cuantos billetes precisas para comprar tu confianza,

que lámpara puede iluminar toda tu dulzura,

que jarabe cura la tos antes de confesarte,

que mapa señala el lugar donde deseas morir,

debajo de cual árbol enterraste al niño que fuiste,

cual fue la palabra que has pronunciado,

que deseas desaparecer del diccionario.

Que brújula te ha llevado a este paisaje,

que primavera fue en la que viste morir a una golondrina,

en que bar dejaste a la musa dormida en la mesa,

cuantos semáforos en rojo has cruzado por estar apurado,

para perder el tiempo frente al televisor,

cual fue la espina que culpaste,

para que ahora.., odies a las rosas,

Que pesado es el orgullo,

para que la balanza se incline a su favor,

y condenes a la comprensión,

a la imperfección, a lo simple..,

que escenas trágicas,

que parte negra de ti,

que ausencia,

que método fallido,

te arropa antes de dormir,

para que cada mañana,

te despiertes como una condena,

y veas a todos como condenados.

Cuantos dientes se te han picado,

por comer chocolate,

cuantos zapatos ensuciaste por jugar con los charcos,

cuantas gripes, por quedarte debajo de la lluvia,

cicatrices en tu rodilla por querer superarte en un salto,

no le temas a locura,

tenle miedo al sanador,

él tiene el poder para que termines hacinado en un loquero,

no te asustes de charlar con un extraño,

desconfía del nuevo gobierno,

que en la urna le diste tu confianza,

todo el poder..,

de manejar tu vida.

A qué distancia nos saluda la felicidad,

cuantos días a la semana nos visita un amigo,

que prioridad de la rutina esta en saludar,

a tu madre, hijos,

a tus abuelos..,

al portero del edificio,

al que está detrás de ti en la fila del ómnibus,

que agenda desalmada remarca la fecha de los impuestos,

la reunión de trabajo, el chequeo mensual,

y no los cumpleaños y aniversarios,

en cuales de todas la hojas te permites celebrarte.

Cual de todas las recetas, ejercicios,

montañas de pastillas,

frases narcisistas para levantar tu ego,

cremas a base del sufrimiento animal,

oraciones que te curan de los tumores,

libros que te liberan del miedo a las palomas,

a los grillos, a los perros,

a las nueces,

a los hombres bizcos,

a la vida..,

porque no probar ejercitando con actos,

salir de la trinchera rutinaria,

escaparte,

de los escombros que dejan las batallas diarias,

hacer oído sordos al bolsillo,

y escuchar al corazón,

sanar tu interior,

la paz, que te permite dormir,

sin usar un blíster de calmantes de cerebros,

para dejarte con un ojo abierto,

y el otro drogado,

descansar respirando,

y no terminar con un epitafio poético,

en la placa de tu tumba.

Cuantas multas, recibos, certificados médicos,

cartas a medio escribir, aspirinas, diarios,

fotos, pilas, tarjetas , postales,

entran en un cajón,

tal vez el mismo espacio que ocupara tu cuerpo.

 

     Daniel Memmo