Carol Elizabeth García Carroz

Las lágrimas que he llorado por tu traición me han dejado seco

Las lágrimas que he llorado por tu traición me han dejado seco.

Hojas se han caído como pensamientos incompletos,

Mis raíces no saben de qué mirada tomar, y por mis vías la savia no fluye ya.

El agua a mí alrededor se secó conjuntamente con mis tibios sentimientos.

Me has dejado frío, bajo la oscura noche sin estrellas...

Pues, tus ojos ya no brillan en ella.

Tus brazos ya no rodean mi tronco, y tu cuerpo no juega delante y debajo de mí...

No me has permitido darte sombra, te has ido a tomar del sol, con otro árbol y otro clima, en otros momentos y con otro color.

Tomaste tus maletas y me has dicho que viajarás, justo al lugar dónde vive aquel hombre con el que me engañas...

Él tiene mujer, te di mis frutos y los rechazaste.

Me di la valentía de contigo vivir

De entregarte mi corazón y hacerte feliz.

Me diste la espalda, me quisiste voltear, cambiaron las piezas y mi rey se echó para atrás.

Quise tenerte, complacerte, hacerte sentir bien, y consolarte en tus momentos tristes.

Te vas hacia él, hacia brazos de hombre infiel, lo que le hace a su esposa un día te lo podría hacer.

TE ODIO Y TE AMO

Me hiciste amar, ver las cosas de diferente forma

Y así, así como me enseñaste a amarte, me enseñaste de muchas formas odiarte. ¿Por qué mujer? ¿Por qué osas lastimarme?

Quedé seco,

Sin inspiración,

Sin una gota de sol,

Que avive a éste seco árbol...

La lluvia no me regará

Y los pájaros sobre mí no se posarán.

Las hermosas estrellas ya no podré contemplar,

Ya que se han apagado el día de tu partida.

 

El césped que me rodea se secará,

Y sublimes flores de él no surgirán.

Mis hojas de a poco se caerán,

 Y como árbol incompleto los animales me verán fallar.

Sin abrigo quedaré,

Y del frío que llevo dentro moriré.

 

Alguien como tú me llevó a él,

A la boscosa y umbrosa muerte

(Con oscuridad cegadora, y sed de infinitas horas)

 

Linda, me arrebataste cada gloriosa cosa que me daba vida.

Ahora te veo como fragmentos de espejo, como dolor plasmado en papel, como recuerdos inconclusos que se separan de a minutos.

Te veo como manchas en el tiempo...

Como secuelas de enfermedad, como la codicia de un hombre que te amó de verdad.

04/07/2017.

Carol Elizabeth García Carroz

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