Pilar Gonzalez Navarro

ENTRE LA DEPLORABLE NOSTALGIA Y LA ACEPTADA COBARDÍA

Dicen algunos que la vieja nostalgia recorre de nuevo Europa y yo digo que ésta nunca ha sido vieja; digo que siempre ha estado ahí agazapada, al acecho y vigilante. Antes fueron aquellos otros, los de Franco, Mussoline, Hitler y algunos más fuera del continente los que llevaron a Europa al estado de ruina y miseria total; ahora son sus herederos los de Salvini, Orbán, Aznar, Le Pen y otros los que nos dicen de salvarnos de lo inmoral de éstos los tiempos que corren; la pregunta es: ¿Qué tiempos y de quiénes éstos nos llegan? Si bien es cierto que en la Europa de después de la Segunda Guerra Mundial hubo y exitió un tiempo en que se puso las bases para crear otra sociedad, otra Europa, también es cierto que aquellos tiempos y aquella política – ni aquellos políticos -,nunca llegó a España, y no llegó porque fueron precisamente aquellos políticos y gobiernos salidos de aquella Europa de después de la Segunda Guerra Mundial los que impidieron que la República española, elegida democráticamente, siguiera gobernando, prefirieron darle la espalda a la sociedad española de a pie al mismo tiempo que permitir que la dictadura de Franco implantara el fascismo en España: fue la gran traición de Europa para con el Pueblo español. Hoy los partidos políticos españoles herederos de aquella dictadura, PP, C´S, PSOE y ahora VOX, y bajo el paragua de una Constitución de la cual cada vez más se sabe de donde nos llega se nos presenta, de nuevo, como “representantes” políticos de la, para ellos, clásica familia española (¿?). Estos partidos políticos, incluido el PSOE por renegar y renunciar a sus principios políticos e históricos tras la muerte del dictador y para subirse al carro de lo que iban a crear, nos hablan y nos dicen, por ejemplo, que los matrimonios han de ser solo entre hombres y mueres porque así lo dice Dios y la Santa Madre Iglesia del nacionalcatolicismo; entre los muchos argumentos que ponen nos dan que el problema de la natalidad viene unido a este nuevo hecho: el de las parejas del mismo género. Esta idea, la de la pareja de hombre y mujer según exigía la Iglesia española, fue impuesta y caló profundamente en la década de los cincuenta y siguientes del siglo XX, sirvió y mucho para imponer aquellos “valores” fascistas y del fascismo que Europa permitió sobre la sociedad española del pasado siglo, sirvió, y mucho, para aumentar y promocionar el consumo en una época en que, irónicamente y desde Europa, se imponía un bloqueo al gobierno del fascista Franco.

 

Esta mal llamada nueva derecha – que ha sido y es la ultraderecha de siempre solo que hasta hoy no ha necesitado mostrarse, ha venido para decirnos, entre otras cosas que si no hay ejercicio de natalidad para incrementar la población es por culpa de leyes que permite los matrimonios del mismo sexo. Y se quedan tan tranquilos. Se quedan tan tranquilos porque ven y saben que no se les dicen claramente, en la cara y con argumentos válidos que los motivos del bajo índice de natalidad en España y Europa es otro bien claro y definido y que los culpables son ellos, la ultraderecha salida y establecida en el fascismo europeo y español de siempre lo cual no es – el no denunciarlo así – sino el mismo acto de cobardía que siempre se ha establecido por unos y aceptados por otros. Habría, hay que decir, que el bajo índice de natalidad hoy no es un hecho casual sino bien estudiado y mejor provocado: hay, no miedo, sino pánico y hasta terror al futuro que vemos cerca; hay mucho más que dura incertidumbre; hay la certeza de tener deudas que no solo no podremos solventar sino que nos marcaría el estilo y formas de vivir en el futuro; hay y existe la imposibilidad de emancipación lo cual nos obliga a vivir bajo el mismo techo en que hemos nacido; hay la certeza cada vez más fría y dura de que el periodo laboral en años impuesto en los actuales y futuros tiempos nos convertirán en seres, no parados laboralmente, sino desconectados para cualquier labor de trabajo a partir de los cuarenta y pocos años de vida: con este panorama que nos han impuesto es donde aparecen estas nuevas clases de políticos para darnos el penúltimos de los golpes definitivos, lo hacen sabiendo de nuestra cobardía e incapacidad para reaccionar y actuar.

 

El mismo sistema político del que nos hablan y nos dicen que es el mejor, la Democracia, (la suya propia de ellos exclusivamente) es el arma que usan para someternos, lo hacen porque saben cómo usarla, porque la usan correctamente para sus intereses y porque, en caso de que les fallen, tienen todas las armas de imponer a su alcance empezando por la Justicia bajo su control y en último caso las armas de matar impunemente, ¿o es que no ha sido así siempre?.

 

Manuel Meneses J.

20/1/2019.