Patricia A. L.

Inmortal

Camino sobre los abedules y las enlodadas ciénagas,

soy un ánima entre tierras y océanos profundos,

con algo de desprecio por esta Vida

llena de cicatrices húmedas que no cierran.

 

La piedra de los blanco altares

manchados con sangre desconocida,

son semejantes a las piedras y recuerdos oscuros  de mi vida.

 

Desvarío en las noches con éstas,

en ataques de insomnio y locura…

 

Mientras navego entre nubes grisáceas

que se anidan sordas

a las orillas de un cielo sin estrellas adormecido,

sin resignación…

 

Paz para ti, hermano poeta,

descansa, deja de buscar las respuesta extraviadas

en la vera sedienta  e inhóspita de tus sendas y caminos.

 

Nadie podrá fallarte nuevamente.

 

La palanca de tu Vida

está ensamblada,

como un trébol a un granito…

 

No desparecerás

en el Principio de la Nada,

ni entre medio de voces ardientes y prohibidas,

veladas, por negros cuervos-pensamientos,

 

(que ya se pierden en esta aurora

que no llega)

 

siguiendo como constante

 peregrino,

sin llorar ni arrepentirte de

tus errores y pecados,

 

seguirás ascendiendo o descendiendo

entre las hendiduras de los acantilados ríspidos

de tus experiencias.…

 

Y en cierta fecha,

que te aguarda sin clemencia

 ya marcada  por lo Divino,

conocerás lo extraordinario

 del Tiempo

y el Espacio, ilimitados…

 

 y así, Hermano-Poeta,

serás …

 

llegarás,

por fin…

 

 a ser

Inmortal…

...................... 

(con amor)

 

PATRICIA AZNAR LAFFONT

ENERO/2019