Aurelio Peñaloza

Una carta para Mónica

Una carta para Mónica


Las mejores historias se recuerdan no se escriben pero si yo no escribiera nuestra historia ¿Quién la recordaría? ¿Si te dejó de llamar por tu nombre? ¿Cómo te llamarías? ¿Qué identidad tendrías? Voy a tomar la decisión de sólo verte en silencio, caminaré detrás de ti y detrás de mi dejaré tu nombre para que mi sombra sepa quién eres.
Debo saber la casualidad del momento y que el ahora significa arribar a la verdad que confiesa la llegada de compartir la oportunidad de elegir el cada día, elegir la forma de verte, de dudar en lo que soy y de recordar en quien eres, puedo imaginar que todos los días encontraré a la misma persona y no me importa si vuelvo a llegar aquí, si tú eres parte de nosotros cruzaré la tempestad del lugar y si el esperar no es necesario dejaré menos de mi alma, confieso que mi fuerza es tu sinceridad que mi lealtad es la emoción por tu respeto y que tal vez este mundo tenga una historia para los dos y que el final sea por falta de tiempo y no de seguridad, es verdad porque no es mi primera vez.
¿Debes saber? Las palabras son una culpa mortal porque son perfectas cuando uno sabe hablar pero yo no hablo, yo siento y mi sinceridad no me preocupa porque no me puedo rendir, aunque mi libertad sea mínima el significado define lo que las palabras no pueden hacer, mi compromiso no es sentir lo mismo que tú, mi compromiso es dejar lo material para aceptar lo espiritual y mis demostraciones ya no serán físicas ahora serán emocionales y afectivas.
Empezaré a hablar de lo que jamás sentí por amor.

 

Toma mi amor


Amor mío,
llévame hasta el llano
y que sea al lado de tu mano,
mírame
pero no en vano.


Yo soy él,
al que tú eres fiel
y no dejes de buscar el color
de mi piel
en la tarde color
miel.


En tu boca
encuentro la fresa
!Amor tú eres la pieza¡
Ahora que caiga
la noche
y su vileza,
en tu belleza
me hallare
por los besos
que al fin yo
amaré.


Yo soy aquel
que podría buscarte
en toda mi
era
y no me importaría
unirme a ti
aunque yo muera.


Caminaré al sol
preso con el deseo
de verte en exceso
y a la noche
yo le lloraría
por un verso,
me tienes
frente a ti
por favor mátame
de un beso.


Bésame
aunque no sea en libertad
pero si en la eternidad,
no sueltes mi mano
si de mi escribo soledad,
amor toma mi vida,
toma tu vida... toma la vida.