Alexandra Quintanilla

Las anécdotas de una abuela triste

Antier platique con la abuela y me contó un chiste, pero no se rió.
Ayer platique con la abuela y me contó una tragedia, pero no lloró.
Hoy platique con la abuela, pero ella no hablo.

Dijo que no todos los chistes son graciosos ni las tragedias tan amargas, que hay tragedias bonitas aunque regalen uno que otro pesar.
Dijo tantas  verdades que creo que entre alguna de ellas me regateo alguna mentira.
Y es decir que yo creía pensar que amar era lindo, levantarse con él en tu cama y pedirle al sol que regresara después y le diera a la luna y estrellas medio turno. Pero la abuela dibujo otro panorama incrustando dudas con las desgracias del abuelo. - Que de amor no se vive cariño, ni de besos se respira - Expreso cuándo pregunte si no le pesaba vivir sin él.
Ella fingió ser fuerte, pero ser fuerte cuando se ha ido alguien que representa recuerdos buenos no es fácil. No es algo que haya salido directamente de sus labios, pero me lo ha demostrado las noches en las que la he encontrado flaqueando en el cuarto.

 

Este es el primer capítulo de un relato breve que estaré publicando en x app. Relato que se llama tal cual el escrito. Si desean leerlo podría compartir el link a quien interese, cosa que me ayudaría mucho para poder saber su opinión y mejorar la calidad de mi escritura. Espero sea de su agrado.