Hasta el gato ya lo sabe,
es inútil eludirlo, seguir pretendiendo,
aparentando un amor que hace años no siento.
Lo sabe la vecina, el cartero,
el hombre que nos vende las verduras,
lo sabe hasta el borracho de la esquina..,
que someramente esta todo bonito,
que en fotos parecemos eternos noviecitos,
- nuestra vivencia supera el frio de la Himalaya.
Es un frio inconmovible,
tu indiferencia, y sin duda, también la mía.
Mas tus contantes desaires me han dejado
en un estado de permanente perlesía.
¿Sabes? Hace tiempo que digo que soy viuda.
No sé cómo y ni cuándo enviude ¡si estas vivo!
Pero sí, enviude cada noche en la alcoba,
…en vez de marido, al lado tenía una momia.
Ese recinto que algún día escucho mis atónitos gemidos…
Que esta supuesto a ser nuestro ardiente retiro,
es hoy en día un cementerio que alberga sollozas
lamentaciones que protestan tu abandono y mi alma sin alivio.
Hasta el gato ya lo sabe; que en vez de ser pareja,
somos compañeros de gastos,
de vivienda, de costumbres inútiles,
que hacen tanto tiempo no construyen
convirtiéndose en un infame laberinto lleno de desasosiegos.
Tu por tu lado y yo por mi cuenta,
Tú con tu béisbol y yo comprando prendas,
calmando mis penas con vanas propuestas,
soñando que alguien renueve mi cuerpo
con halagos, con atención o solo con un beso.
Se burlan las vecinas por mi opacada sonrisa,
se nota por encima que tengo escases de caricias..,
pero he sido cobarde y la costumbre de ti, me sujeta.
LeydisProse
1/9/2019
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