Jhon Deivy Torres Vidal

ÉXTASIS Y FIN

 

Tus pezones de flor apuntaban a mi boca

Y tu sexo al mío.

Es una historia de perra adolescencia

Aventurada a todo.

Salíamos de clase de la mano, aferrados,

Lamiendo el desvarío.

Tu cintura acentuada inflamaba mis dedos,

Tu lengua era un soborno.

Las calles peligrosas, oscuras, demenciales

Prenden el instinto.

Tu falda de colegio, en un punto húmeda,

Era un estorbo.

Tus muslos hervían y goteaban

Un destilado liquido

Y de a poco tus piernas se trenzaban

Y cedían al morbo.

Nuestro escondite era poco más que un bohío,

Un lascivo cobijo

Donde nadie irrumpía (sólo un gato innombrable)

Y ocurría todo.

Los dos trepamos furtivos la amenaza nocturna

Como dos poseídos.

Tu enredadera lábil y fecunda y mi tallo levantado

En asombro,

en la negra y callada plenitud de esa hora

Arrancaban al vacío

Gemidos, convulsiones, murmullos y rasguños.

Y desde el fondo

Brinca en éxtasis y espasmos el grito que devora

Las yemas de mutismo.

Nuestras formas vivientes se tropiezan y enredan

En un orgasmo hondo,

Más hondo que el recodo que hoy te aloja en tierra.

Más hondo y menos frío

Que el hoyo inexpugnable que guarda tu lujuria

Deshecha y sin contornos.

Mi adolescente amiga y cómplice hasta siempre,

Espero malherido

Que donde estés conserves aún con fuerza y con tibieza

El secreto que he roto.

Tus pezones de flores apuntan a mi boca.

Tu sexo ahora mismo

Será fecunda hierba, la brizna que he pisado.

Ahora que te nombro

Sin nombre y sin señales, parado sobre ti

Y amándote, confirmo

Que todavía siento como un deseo en mí

Y que por eso doblo

Mi vientre y me recuesto a besar tus pezones

De flores en tu nicho.

JDTV.