Ruina enmarañada, por los cristales de la eterna soledad
Crece en mi cuerpo, encrispa mis sentidos
Hazme fluir por este manto estelar
Mi corazón de fluidos sagaces
Se estrella contra el muro de la imposición
Ha absorbido sangre oscura
Y colapsa en mi devastado interior
Ave fénix, tu que vuelves de la muerte
Dime que hago con la pasión sin freno
Como salir de este efímero agujero
Y no caer en los dientes del presente
Noche que enfrias este corazón cristalizado
Viento del norte que has azulado su sangre
Denme el frío que necesita mi esencia
Para apaciguar el canto, de un impetuoso corazón.