Jair Sierra

Golpeé a la cuerda.

¡Óyelo!

Ahí está el violín

que sin clases impartir

viene a enseñarme ciencia a mí.

No lo retomo

porque como vil engordo

llega el mozo

y quedo como baboso.

La que sagaz me acosa

llega si estar cuerda

donde el que maneja

no es capaz de la cuerda vibrar

ni de la tecla golpear.

.

..

Ahora el que tiene vibra

y a la que tocar excita

vuelven a mi

y no como Violín

 ni piano hostil

sino como Físico

y matemático fiel

que se quedan en mi

aun con el pasado por venir.