Cyrene

HabladurĂ­as

 

Silbó la ráfaga su desventura

cautiva de la envidia, desolaba,

tramando con cinismo mancillaba

viviendo en los demás su amargura.

 

Linchando corazones donde pura

la inocencia del amor se posaba,

mentiras y rumores amparaba

tratando de vivir con la ruptura.

 

 

Bordó con gran acierto los temores

lanzándolos al mar de sus oídos

rompiendo en mil pedazos los albores

 

con dedos de serrín acusadores,

al borde del barranco sus bramidos

mataron al amor con sus rumores.

 

 

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