Ruth García

Almas gemelas

Mírame aquí, envuelta en llanto,

pensaras ¡que rayos! está pasando,

no tengas miedo, es el sentimiento,

el que desea expresarte lo más anhelado.

 

Tengo dudas de mi existencia,

del ¿por qué de las cosas?,

dudas como el motivo de tu presencia,

y del significado de almas gemelas.

 

Confieso, no miento ¡eras mi quimera!,

cada noche rozaba con mis dedos tus labios,

imaginarte me hacía nacer ¡como primavera!,

era verte y, el invierno abandonaba nuestros cuerpos.

 

Sabía que estabas en alguna parte del mundo,

más no sabía si llegarías a mi vivir,

quizá en otra vida me tocaría estar a tu lado,

o quizá llegarías tarde y a mi lado no podrías dormir.

 

Pido perdón por confundirte con los amores pasados,

hoy puedo decir que eran mis barcos, para llegar a tu puerto,

al principio les odie por el daño, sin saber que eran ajenos,

pertenecían a su alma gemela, y yo era guía para su encuentro.

 

Tengo miedo, el encontrarte no fue fácil,

sé que puedo perderte, si la vida así lo desea,

no le discuto al destino, esta vez fue gentil,

verte aquí, es saber que gane una bella presea.  

 

Decían que estaba loca, al esperar mi alma gemela,

pero solo la vida sabia ¡cuánto deseaba tu llegada!,

llore, sufrí, fui feliz Y hoy mi alma anhela,

que esta nuestra historia ¡sea más que apreciada!.

 

No miento al decirte lo mucho que te espere,

que la luna esta de testigo cuando hablaba contigo,

dirás que estoy loca, pero miles de noches te mire,

eras un ángel durmiendo, y yo era tu abrigo.

 

Dicen que nacemos atados a una persona,

y yo llevo en el alma tu nombre tatuado,

te pertenezco desde que estaba en la cuna,

y llegaste en el momento adecuado.

 

Te puedo expresar todo lo que siento en un ¡TE AMO!,

pero no sería suficiente y seria engaño.

Lo que por ti siento es más grande que un abismo,

no tiene valor monetario, pero promete no hacerte daño.

 

Te espere serenamente cada día de mi vida,

y aunque el destino es incierto,

sabía que si no era en esta vida tu llegada,

en la eternidad nos asignarían el momento.

 

Mírame con lágrimas en mi rostro,

no pienses que estoy herida,

son lágrimas de felicidad por el encuentro,

y las ganas de estar contigo el resto de mi vida.