Sanación.
Al pasado pisarlo ...lo que fue ayer muestra de amor y prueba de fe ya es del ayer, lo que se fue allá está.
Contando ya los pocos minutos de este año que pasó siento que toda una vida queda atrás, con ello personas, vivencias, sucesos que dejan cosas buenas, lo malo ya murió.
Hay que renovarse para el día que llega pero más aún para el año que nos visita en unos días, porque no solo es algo que ya ha sido parte de la vida sino algo que ya se deja atrás.
A las personas que estuvieron en mi vida este año un gracias, si se fueron que Dios los proteja, espero que no se repita si fue un mal suceso la amistad que se vivencia, si se acabó es porque el ciclo ya paso y queda el buen recuerdo.
Si aún quedan amigos del ayer es una buena noticia porque se supone que los amigos no se van, que la amistad sincera es eterna y que si hay compromiso, comprensión, solidaridad y cariño las cosas malas se pueden sobrepasar y sobrellevar con el mejor ánimo posible.
No somos eternos en la vida, con ella y en la amistad con algunos pero se quedan los que valoran y respetan lo que si es una buena amistad, lo que no es solo guijarros en el camino.
Somos dueños de nuestras palabras, de nuestros actos pero esclavos de lo que decimos, es como abrir una herida a otro y pensar que al no verla se sanó, no es así...las heridas son penas, son ofensas, olvídos, mal trato, burlas etc que no se sanan fácilmente y que un día con la ayuda de Dios no las sangraremos más.
Un año se fue con todo lo bueno que queda en el corazón, con todo lo malo que nos dañó, con las buenas personas que aún nos acompañan y con el adiós de las que no volverán.
Reflexionemos un poco y pensemos en ser mejores, en ser optimistas siempre porque debemos regenerar la vida cada día y ante todo saber que si tenemos a Dios en la vida y en el corazón siempre saldremos de todo lo malo que nos aqueja y progresaremos siempre de la mano Suya.
Las bendiciones se ganan con los actos aprendidos y recuperados de malos momentos y acciones, las bendiciones llegan con buenos actos cometidos en silencio no a gritos de un égo que crece por si solo.
Un año que ya muere con todo lo que dejó, un año que empieza con mucho por realizar.
XIX. VIV.
J.