Verano Brisas

LOS TAMBORES DEL VUDÚ

Deidad de las antiguas religiones

y magias de África occidental,

desde Gambia por el norte,

desde Angola por el sur,

navegué hacia islas antillanas

en el alma de los que partieron

sobre inseguros barcos negreros

para ser vendidos como esclavos

en el suelo americano.

 

Padre de brujos y hechiceros,

fundé un culto absolutamente nuevo

denominado vudú.

Hombres y mujeres desde entonces,

luego de largo y penoso aprendizaje,

se inician como brujos consagrados

con poderes más feroces que el de todos

los chamanes de África y de América.

 

Volver muertos a la vida,

volar y tomar diversas formas

semejantes a insectos fantasmales

que inoculan pasiones amorosas,

son divertimiento para quienes trabajan

bajo los auspicios de mi jerarquía.

Domino poblaciones y manejo espíritus

con la sangre de los niños blancos

que succiono convirtiéndome en serpiente.

 

Al escuchar los tambores del vudú

los poblados, seducidos por sus ecos,

prenden fuego en mitad de la espesura,

anunciando que la aldea celebra su ritual

para llenar de fantasmas el entorno

a través del ungido por los houngans.