L.L. Cuitiño

escudero

Solo espero tú “te amo”, pero llegan marchitos y me pierdo entre centenos

Yo que fui el guardián de tus “te quiero”

Y hoy en el portal me quedo… pobre y triste escudero

Centenares de años petrificada silueta y un escudo

Protégete novelesco hidalgo,

Novilunio ante la sonoridad de tus “te quiero”

Y no vez que son caprichos, taciturno ser maltrecho

Malaventurado es el amor, maléfica es la concepción de sentir amor

Pero un “te amo” es el tesoro mejor resguardado

En mi guardilla lo escondo y en solitario lo contemplo

Como la joya más costosa de todos mis recuerdos.