La victoria

FORTALEZA DEL ALMA

Ya no llueve calladamente en mi ventana

No hay más lágrimas ahogadas en la almohada

Ni tu regreso es capaz de abrir la yaga

Donde la soledad, ya no se vuelve amarga

 

Ya no empañan los cristales de mi jaula

Los suspiros de anhelo hacía la luna

Ya no atormenta mis noches aquella duda

De sólo hallar al sol en tu mirada.

 

Ya la razón se torna clara

Cuando de sombras nace brillo

Sabiendo que no es su mirada

Sino la forma en que yo miro

 

Y aunque vuelva a llover en mi ventana

Ya no será una lluvia triste

Resuenan risas y se baila

Cuando de amor propio se alcanza

Aquella paz que nunca diste.