Hay atisbos místicos en la introspección
alumbran los reflejos de la incertidumbre
las vivencias que se anudan en el frio del tiempo,
la inquietud anida en mis unívocos pensamientos
Soslayo lo lacerante y las efímeras vicisitudes
me perturba tu indiferencia que resiste con denuedo,
que despoja de propósito los impulsos del alma
partículas endebles que avizoran lo incierto.
No me impliques en tu ausencia
sé que sobreviviré al desgaste de este laberinto
me abruman las ásperas malezas de la decepción
pero aun afectado, resisto, despoblando de sombras mi esperanza.