DIOSA POETISA

CONTIGO ESTOY COMO EN EL CIELO

 

Contigo estoy como en el cielo.
No me dejes en la amarga espera
sin tus besos serpentinos de miel,
con olor a rosas silvestres
y a perfume con esencia de querubín.
Abrázame con salvaje ímpetu desbocada,
cual ola es estrellada mar adentro.
Rodéame de caricias hercúleas
que suavicen suavemente
mi piel enloquecida de mansos lamentos.
Contigo estoy como en el cielo,
coquetéame con tu negra mirada
arañándome con sufrida urgencia
el tiempo enredado entre mis cabellos,
que escapa sutilmente entre
el quejido de mi desenfrenada pasión.
Contigo estoy como en el cielo.
Suéñame a tu lado cada mañana de tus días,
despiértame en la noche hasta que pierda
el miedo a la oscuridad mortecina.
Sacúdeme las sàbanas de seda ardientes
bajo los poros turgentes de tu piel.
Piénsame eternamente hasta que el dolor,
mitigue mi somnífera tristeza.
Besame con tu roja sonrisa
rozándome con labios de terciopelo.
Envuélveme con ensortijados cabellos,
haciéndome girar en un continuo
vaivén de imágenes perpetuas.
El silencio de hielo se consume
en el paladar de tus palabras,
derritiéndose en la tórrida garganta
de tus secuaces cuerdas vocales.
Contigo estoy como en el cielo.
Amanece arduamente y el sol se evapora.
No importa.
Contigo estoy como en el cielo.