Almatriste

El dulce de tus hábitos

Cuando estuviste en San Francisco

Pensaba que serías dulce hábito por siempre

Sin embargo, rompimos el cristal

Y ya nunca más, nunca más

Fuiste. Fuiste desencanto y brujería malsana

Eras ilusión de un día, todo se quebró

Todo cayó en el saco del arrepentimiento

 

Ilusión quebrada, por tus odios

Por tus venganzas

 

Nunca debí volver a San Francisco

Nunca debí embriagarme de tus mentiras

Ni del destino

 

No cabe el odio

Cuando el corazón sólo destila sangre de amar

No cabe el odio

Cuando el alma está hecha para perdonar

 

Aunque he olvidado todo, 

No recuerdo momentos buenos. ¿Lo hubo?

No me acuerdo. Todo los borraste, 

Quemaste mis fotografías, trasuntaste mi pasado

Destino falso

Mal destino

 

Nunca debí volver a San Francisco