RIVAS JOSE

El tiempo es el que enseña la respuesta

Salgo de mi trabajo con el pensamiento liviano y presuroso

rumbo a mi hogar   en compañía de mi bicicleta ,

agarrado de ella camino con pasos firmes  , pero lentos

en un sinfín entre los minutos latentes del reloj.

 

Camino entre el silencio y la mágica claridad del día

en el tranquilo ambiente de la formidable Barinas la cual me empuja entre sus

bellas y coloridas aves a seguir las trochas de siempre,

hechas por el pasar del tiempo con las huellas de mis pies

y también con los cauchos de mi bicicleta .

 

Seguidamente atravieso las amplias  puertas de la Universidad De Los Llanos Ezequiel Zamora

en donde la casualidad de la vida me lleva a verte nuevamente,

ante lo latente y presuroso : siento tu mirada  retadora y chispeante

¡La cual queman la perspicacia del recuerdo entre las pupilas de mis ojos!

 

Acepto tus intenciones y te clavo la mirada sin vacilar un minuto,

en donde analizo el eficaz momento para darle rienda suelta al recuerdo:

observo tu amplia cabellera bailar hacia los lados, a la par de los movimientos de tu cuerpo

¡El cual aceleras entre pasos rápidos para  tan solo seguir tu camino, en donde mi intuición

me  hace voltear la cara y ver  tu dorso perderse entre la lejanía ,

rumbo a tu destino!

 

El recuerdo me abruma momentáneamente para aclararme la

realidad de la vida entre la suave brisa y el fulguroso jardín: con los  hermosos

árboles verdes, adornando el entorno tropical y fresco

¡En donde las rosas me hablaron que fuiste mía entre aquellas claras mañanas,

las cuales   se adormecían en el ocaso del color púrpura con el atardecer ,

para culminar en los refugios de mis abrazos  en la oscura ,  

pero romántica noche!

 

Dejo pasar todos tus reflejos en medio de las pupilas de mis ojos,

las cuales captan el silencio presuroso de la mujer sin palabras del recuerdo:

hecho presente ante la inmensidad de la vida en este mundo

¡Sigo mi camino atravesando el jardín botánico , el cual acelera entre

el oleaje de la brisa y relajante zumbidos de las ramas con sus

ordenadas  palmeras batirse de lado a lado, en el claro camino

para tan solo presentarme su mágico momento de paz ,

y así refrescar mi rostro!

 

Finalmente el  pensamiento me responde que todo ha quedado en el abril del pasado:

en donde tus huellas se borraron con la crueldad del desamor , acaecido con el desgano

de la frialdad indescriptible y brusca, para solo quedar en el fondo del recuerdo

¡En donde las rosas me hablaron que fuiste mía entre aquellas claras mañanas,

las cuales   se adormecían en el ocaso del color purpura con el atardecer ,

para culminar en los refugios de mis abrazos , en la oscura , 

pero romántica noche!

 

JOSE RIVAS

Barinas  , Venezuela

20,12,2018