Peinarse con lentitud y cerrar los ojos con fuerza, son los gestos iniciales para preguntarse cosas, las más dolorosas y duras, como tratando de arrancarnos de una vez por todas el dolor. Después, dejar caer la cabeza y entender que no es posible, el alma desgarrada sigue su propio devenir hasta convertirse en cicatriz.
Ella
eligió transitar el camino de lo opuesto
rebelarse contra la infelicidad
y la incomodidad de la angustia
Se animó a retomar su libertad
para traspasar la muerte
sacrificar su cuerpo
pecar y redimirse en el mismo instante
pero en otro lugar
donde el tiempo se sublima en eternidad
donde la nada y el todo se confunden
Así la justificamos, así aligeramos la pena – Rezamos -
Buscó refugio
Rendida
aceptó el trueque
A cambio
cristalizó su vida
matando las silabas
cuando dejaron de decir
Así la justificamos, así aligeramos la pena – Rezamos –
Profanó su cuerpo
desafiando lo sagrado
Dejó su piel seca y quebrada
con la angustia del abandono
y la esperanza de atravesar la muerte
para encontrase del otro lado
con su segunda piel
Así la justificamos, así aligeramos la pena – Rezamos –
De contragolpe le respondió a la desgracia
sin darle tiempo a que ganara la partida
negándose a que su alma sea rehén del desasosiego
Y se consagró
creyendo en la inmortalidad del alma
Así la justificamos, así aligeramos la pena – Rezamos –