Verano Brisas

BISMARCK - 1941

Con la intención de infligir

la mayor cantidad de pérdidas posibles

a la importante flota de la marina británica,

este duro y poderoso acorazado alemán

zarpó sin aprensiones de Polonia

en busca del jugoso y deseado objetivo.

Todo estaba previsto para el triunfo

de la imponente pieza

en el tablero militar del poderío nazi.

 

Sin embargo,

a pesar de sus primeros éxitos

donde dio cuenta de dos naves enemigas,

el aguerrido buque,

tras un combate despiadado,

sintió que le llegaba su inexorable agonía.

 

Habiendo sido tocado por andanadas mortales,

sus cañones cesaron de rugir, mientras él,

orgullo y esperanza de la potencia germana,

apagaba su sed de moribundo

bajando silencioso a 4.000 metros de hondura

para beberse de un sorbo todo el océano Atlántico.