alupego (Ángel L. Pérez)

CORAZÓN A LOS VACÍOS

 

En el corazón se acuna.
En la mente se debate.
Como una fiera enjaulada,
castigada con la hambruna.

Tesoros en los recuerdos.
Joyas de esencia infinita.
Que en los sueños se recrean,
como verdades finitas.

Sonrisas de terciopelo.
Cascadas de carcajadas,
como torrentes de risa.
Ojos de brotes de enebro.

Vientos de enero y febrero,
que los rostros acuchillan.
Tormentosos aleteos,
para que llegue la brisa.

Amor de miel saturado.
Celos de perder la dicha.
Temores entre los huecos,
que va dejando la vida.

Senderos entre las nubes,
como líneas de alegría.
Que van dejando regueros,
de realidad y fantasía.

Tambores de recios sones.
Golpes de pecho y vigilia.
Serenatas en la noche,
cual sutiles letanías.

El sol se vistió de verso,
para componer su rima.
El jilguero se posó,
en la faz que sonreía.

Temblores que son caricias.
Vibraciones que te obligan.
Labios que desencadenan,
las emociones más vívidas.

Amor sin palabras dicho.
Ruido sin sonar que grita.
Voz que sin voz se desata,
de la soga que la obliga.

De diamante las verdades,
de puro amor cristalino.
Amor de tonalidades,
que enriquecen el camino.

La sangre fluye orgullosa,
cuando es noble su destino.
Dando voz a los sin voz.
Corazón a los vacíos.
A.L.
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15/12/2018