Bolívar Delgado Arce

VIVENCIAS DE NAVIDAD

Es la Nochebuena del ochenta y uno, y

el reloj dice doce y cuarenta y cinco y

en mi alma al Niño con cariño acuno,

cuando cantan los gallos del veinticinco. 

 

El árbol de Navidad con mil adornos

conmigo en la sala y a medidas luces,

pueblan los regalos todos los contornos

que me dan visiones eternas y dulces. 

 

Y en este otro ángulo, está el Nacimiento

señala una estrella la dulce presencia,

rebaños, montañas, pastores corriendo por

ríos y valles que un Ángel anuncia. 

 

Una humilde choza corona el Belén

donde San José y María destacan,  y

junto al Niño recién nacido se ven 

un coro de ángeles, la mula y la vaca. 

 

Afuera, la fiesta, luces, colorido, las

tiendas, portales, llenos de juguetes,

hay gente en la calle, todos han salido a

comprar regalos en gastos ingentes. 

 

Suenan villancicos hermosos y tristes,

olor a incienso y calor de velas, noche

de adornos, luces, panderetas 

estrellas, dulces, música y bengalas… 

 

No sé qué decirte ahora, Niño Dios,

estoy aquí a solas junto a tu pesebre 

mas, debo decirte tantas cosas mías en

la noche ésta del mes de diciembre. 

 

Tú ves todo esto dulce Niño mío,

que todo ese gozo para otros seres es

dolor, angustia, decepción y frío,

son familias pobres como tú lo eres. 

 

¿Te pido regalos esta Nochebuena? ¿he

nombrado obsequios, riquezas muy grandes? 

aquello es superfluo, nada es cosa buena, mi

pedido es otro al que tú me agrades. 

 

Tan solo la Paz para el mundo pido; poder

para el  débil, pan para el hambreado

protección al niño solo y desvalido que de

navidades nunca ha gozado. 

 

Que a mí adorable Madre y familia

no les falte nunca la gracia de vida,

y por mis parientes, en esta vigilia y

para el amigo te pido la vida. 

 

Quiero que los magos se acuerden de

todos, que si no dan nada, pues nada nos

quiten, y vivan tu fiesta, que la gocen

todos, que brille tu estrella, que todo ilumine. 

 

En el coro de la iglesia se escuchan voces

celestiales culminar la Misa, “Noche de

Paz”, dicen y ahora es mucha 

la nostalgia que en mi alma se agudiza… 

 

Ah… ya verás Señor, terminé llorando,

hay emoción y llanto, ternura y dolor

cuando ante tu cuna estoy conversando, 

y no puedo más… Hasta mañana Señor…

 

Bolívar Delgado Arce