Eva

Me Mataste

Decirte que me mataste.
Que me dejaste sin latidos.
Que esa mañana me despertaste una pasión.
Que quería dibujarte, desvestirte y besarte y tocarte y abrazarte, y desvestirme y volver a besarte.
Que aún me dura el temblor.
Tú te propusiste matarme a infartos.
Sinceramente, querido, si me dejaras elegir,
elegiría que me mataras a besos y abrazos.