Alek Hine

LA VISITA

(soneto)

Ha tiempo que te espero; pasa, Muerte;
dejé la puerta sin echarle llave,
pues me hallo débil, aunque de alma fuerte;
mi bienvenida a tu patente “¡Ave!”.

Estoy tranquilo como roca inerte
y no me espanta ver tu rostro grave,
 pues ¿quién vitó la meta de su suerte,
al ser la vida, de tu reino enclave?

Invicta Parca de semblante serio
y de vacía y lóbrega mirada,
detrás de tu figura descarnada

iré cual sombra, ¡guíame a tu imperio!,
más tácito que sordo cementerio;
¡regrésame al abismo de la nada*!

 

*La nada es para quien muere. El eterno Cosmos se queda, con todo y su devenir, probablemente, operando en él una ley universal o cósmica que da como resultado los ciclos de la vida y de la muerte en todas las galaxias.