Diego Nicolás García Contreras

mi corazón ya está preparado para todas las tormentas

okei
ya infundí en el aire mi sed de respiro
este me tejió una lona en mis sentimientos
me dió varios aletargos vahidos
sobredosis de éxtasis que aún exhibo
en elocuentes pasarelas en donde hago rancho 
y pesco el hálito de la playa
y los bosques divisan conmigo
entre los cerros donde me abrigo
con una fogata malhumorada
cuantas llamadas caben en mi ser incendiario
anhelante de tus ojos selváticos
tu, que marcaste el tiempo de los áticos
para vencer los puertos tan desérticos
en las noches en que la luna nos contó los sorbos 
enviándonos gatos esqueléticos
y al amanecer
dulce bruma