Acuarela

Esa tarde...

Frío. Respiro hondo... Mirada perdida en la fría neblina grisácea. Triste escenario contrastando con una belleza extraña.

Paisaje deprimente pero al mismo tiempo agradable.

Al fondo, tras el blanquecino paisaje, desaparecen los árboles, que sin ninguna hoja impregna una soledad inmensa, escalofriante...

Bancos húmedos, desiertos... Este silencio me dice que me recuerdas... Y yo sé que me recuerdas.

Me pierdo en el paisaje, mis ojos se humedecen y me envuelve esta sutil belleza.

Vuelvo a respirar hondo y lentamente me dejo atrapar por esta fría niebla, tan grisácea, tan delicada, tan bella... acariciando mis sentidos y camino despacio perdiéndome en mis pensamientos y lentamente... desaparezco.