PETALOS DE NOCHE

La soga en el cuello, un shock puntiagudo al corazón...

24 de noviembre...


..las figuras acústicas se desglosan fuera del cristal; derramadas, perdidas buscan silencio entre muchos ruidos; buscan alma entre tanta naturaleza muerta, sacudiendo el líquido que corroe entre la carne y el verbo liberando adjetivos distantes u íntimos dentro muy adentro en las entrañas del pecho..., mi boca quebrada comprime mi sangre desordenada en un eco estrepitosamente al abismo, donde mi sed no es más que una tierra llena de rayas a latigazos y búsquedas de versos invértebrados perdido en mi poema ido, (ella con túnica de huesos y carne, con maquillaje de piel y colores de sudor, temblorosa de alma, latente de sangre y susurros de pies húmedos, trastocando la orilla del mar hecha palabra, donde los ruidos se hicieron silencio, donde no hay civilización de perros ladrando al viento de un pueblo lleno de luz enfocando al paraíso de jirafas de fuego calcinando los ecos torácicos del corazón fermentando amor entre latas oxidadas y la sangre desvelándose más allá del unísono, donde me he perdido con mi burbuja de idilio, llegando a lo más lejos de la sonrisa de helio fundada en fuego profundo y eterno...

Aquí)

Donde te miro y me miras, donde nos escribimos la garganta con un beso, donde sudamos arte con nuestro pecho, donde gritamos acústicamente con nuestras articulaciones y dedos, deformando delicadamente un eco a ras de carne y silencio, evocando ruidos corrosivos tenuemente entre labios sacudiendo el exilio perenne de nuestra alma hecha inspiración, donde un shock puntiagudo al corazón se hace argolla de carne y en mi índice izquierdo nace un anillo sanguíneo secuestrando la soga lastimosamente en mi cuello (antes de haber viajado en la pérdida de mi psiquis donde he volado para conocer el abismo, reír con dolor, inundar la lluvia de alfileres, entre rayas en mi espalda conocer el dolor del mundo en un adagio profundo y sanguíneo con las atrocidades de la realidad que amanecían en mis ojos trémulos y perdidos), pero que se borraron ante ese día 24 de noviembre después del idilio, después del lazo de palabra, después del vínculo sanguíneo al saberte dentro de mi mundo, después de conocer la felicidad, al volver al retorno, donde las sombras son colores escritos a fuego y piel, donde quiero dejarme llevar por ti y por mi...,

... las noches son paranormales entre tus ondulados placeres, son de fuego, de mar, son de palabras y sal, son de chocolate entre tus sienes, son de sonidos extendidos entre tu boca de universo, aquí, aquí donde miro la noche caerse ante mi retina, y ante mis labios que quieren dejarte dentro de mi para que no salgas, para que quedes junto a mi, entre mi noche extensa de alfileres palpitantes en mis entrañas y la lluvia corrosiva en el alma...


Poesía Aspergiana...