Jonathan Moreno Esquivel

IV (o Lautaro escuchó una voz).

Cuando al árbol vástago pediste

para envolverlo en sedas granate

de holanes azafranados,

teñían ya los halitos de portentosas cumbres,

do primitivas manos sondeaban la sempiterna espuma marina

a la caza de las lágrimas de Òşun.