Eber R. Guerrero

Antes de dormir el poeta

Sacude el empolvado papel
y escribe con su pluma
entre trazos de poeta
varios versos a la Luna:

\"Mi bella y nocturna dama
de queso, de blanco, de marfil,
que te otorgue algo de fama
no me irás a discutir.

Permiteme elogiar tu alma
de hojas de rosa y menta
de tus ríos secos la calma
que sin ímpetu atormentan.

Tus cráteres son tus ojos
con los que me enamoras
tantas almas decoras
y quien te ignora son pocos.

Lineas delgadas y tersas
son las que te figuran
y desde un punto hasta otro
solo irradias dulzura.

Y si me observas algún día
perdido entre el rojo de tus labios
no me des por favor agravios
mejor que nazca la alegría\"

Y así se libero un peso
al caer la pluma a la cama,
y el somnoliento poeta
dejo dormir su libreta.