Aquella noche me fui a dormir sin saber,
Que había llegado su tiempo de partir,
Quizá en la mañana regresaría la calma,
Ya la tormenta había llegado,
El amor seguía presente,
Los caminos se habían separado,
Desperté, ella ya no estaba,
Un papel en la mesa decía: Te amo,
Todo se tornó gris,
El fin había comenzado.