Hoy en medio de la nostalgia,
me despertó la luz matutina.
Al oír la oración de la mañana,
sentí el amor y el aroma
que me dejaste al marchar.
Aroma que invadió todas
los oscuras partículas
de mi ser, de la alcoba
y de la incipiente mañana
que florecía dentro del alma.
Lo sentí muy adentro.
Y me arrastró fascinado
en medio de las múltiples
claras evocaciones,
y de las emanaciones
de las cadenas mentales.
Y percibí el calor tenue
de tu mirada de ángel.
Y miré a tus ojos tristes
y quedé embelesado.
Absorto y fascinado.
Sentí una gran emoción
al notar en mi inspiración
los secretos del enigma
de tu sonrisa casual
y del elogio de tu sonrisa
y el color de tu recuerdo.
También sentí tu ternura.
Las cosas tuyas.
Los cálidos días.
Entre el fuego
Y el triste frío.
La evocación perfecta
y amorosa de tu fragilidad.
Hoy al despertar
Al germinar la mañana
Sentí el amor perfecto.
Autor: Antonio Encinas Carranza
De: Lima, Perú.
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