Ellos...los ausentes.
Cuando llueve en la noche pienso en como sería mi existencia sin él, esa lluvia me recuerda que cae su amor por todas partes y para todos por igual solo a unos moja.
Y me dejo caer en mi cama, viajo a mi infancia, recuerdo las palabras de mi padre cuando me acompañaba en mis labores de la escuela, a mi madre en la cocina creando esas ricas cenas que ya no se disfrutan más, esa reunión de todos como familia en torno a la mesa y la charla que nos decía éramos una familia y digo éramos porque de esos puestos en la mesa ya no hay dos.
Esa hora de la narración de parte de mi padre de los cuentos infantiles de la época, sus onomatopeyas en el mismo dándole realidad a los actos y las risas de nosotros sus hijos al verlo en distintas posiciones de esos personajes.
Mi madre y su sueño temprano del cansancio del trabajo del día y su deseo de que nosotros, sus hijos nos fuéramos a la cama de una vez para poder dormir y al día siguiente madrugar a darnos nuestro rico desayuno para ir a la escuela a las labores diarias, esa bella sensación en el alma que éramos uno en varias personas y que nunca nos dejaríamos, que nunca seríamos menos de los que contábamos en esos días.
Pero hoy y con el sonido de la lluvia afuera me veo en mi cama, cansada de esta soledad sin más que una sola persona a mi lado, es ella ...es mi amada Madre si, con sus males cada vez más grandes y crónicos, el ver como luchamos juntas por su bien estar diario pero también el verla como se va apagando con los minutos y mi tristeza tan profunda de pensar que un día ya no escucharé más su respiración.
Ya no más que esta pareja se ve en esta casa, mucho más grande pero no por el espacio sino porque las personas que la ocupaban ya no están, mi idea de madurez no era esta aunque sabía que un día no habría algunos pero así tan sola y tan triste en medio de esta noche de lluvia nunca me pensé.
Y lo siento, lo siento en mi alma, en mi corazón porque sé que un día ojalá muy lejano sola estaré sin esa Madre que me alegraba al reír a carcajadas y esa bella cara de mujer de antes, llena de amor, de vida, de fortaleza y de eso que hoy ya ni yo tengo....
Mañana ...espero amanezca bien todo, que la lluvia se haya llevado esa soledad en la piel y los recuerdos que me duele tener aún en mi mente, que el sol y los pajarillos sean quienes me alegren este vacío tan grande que ahora siento y que con nada, lo sé, se llenará...
Y ellos ....los ausentes en sus espacios vitales de mi mente y mi alma hasta que un día nos volvamos a ver, más jóvenes, más bellos y más felices.
* Melancolías de Domingo *
A. Noviembre 18. 18. 12.