argantonio

Patio del museo

Parecen los mismos trinos

los mismos arrullos

el mismo siléncio abajo

la misma algarabía

en los tejados.

 

Dejaron hace tiempo

de oírse los rezos,

los cipreses siguen

apuntando al cielo

los mirlos se hacen

los dueños del suelo.

 

Tirso se inspiró para

el Burlador de Sevilla

aquí dentro.

 

El mirlo llena el claustro

con su canto despierto

y el ciprés es generoso

refugio para los músicos

      del silencio.