LUIS ADONAY VENEGAS LEYTON

Las olas rotas...

Las olas rotas…

 

El oscurecido cielo no puede ser tormenta

el juego de las olas permitirá las ilusiones

que florezcan como ronda de golondrinas

surcando el aire…

remolino de pétalos y hojas sueltas

que vuelan simplemente

buscando el rincón donde posarse…

Los coloridos peces abandonarán veloces

las aguas enturbiadas por deshechos

que algunos hombres crearon e hicieron crecer

utilizando la vida de otros hombres

como leños útiles para mantener

su pira de horror y explotaciones  

 

Saltarán las espumas de las rotas olas

corriendo y brincando como chispas

con brillos o sin ellos…eso no importa,

serán las gotas cristalinas

que correrán carreras propias

senderos y surcos deslizándose

con libertades…

 

Llorando  quedará el niño solitario,

se han llevado a su padre por delaciones

por mostrar el puño de su mano,

con el brazo en alto y el rostro erguido

revelándose ante el maltrato diario

- el pan y el vino compartido,

fueron olvido

cuando ambos caminaban por las calles

buscando el mismo pan en jornadas largas

como gotas de espumas de olas rotas

chocando permanente con la dura roca

que inconmovible permanece

desafiante siempre

en sus orillas propias llenas de durezas

creyéndose irrompible…   

¡La gota seguirá cayendo

y la dura roca se romperá algún día!