Verano Brisas

FRANCISCO DE ORELLANA

Rabadán de pastores,

se aventuró en el mar tras un amigo

conquistador de las tierras del Perú.

Acumuló riquezas en haciendas,

en botines de guerra y en esclavos.

 

Ascendió a gobernador, pero embrujado

por el canto de las aves en la selva,

vendió cuanto tenía

para unirse al hermano de su amigo

que viajaba al país de la canela.

 

Después de la escisión llegó hasta el Amazonas,

continuando su ruta hacia el Atlántico,

acusado de traición y deslealtad.

De regreso a la patria

se propuso financiar su empresa:

Poblar y retener lo conquistado.

 

Sin embargo, la suerte le negó

(lo dice el narrador de sus hazañas)

el pago de su lucha inquebrantable,

hasta el día en que vencido por el trópico,

a la edad de treinta y cinco años

suspendió la tarea comenzada.