claudio ramirez vasquez

Elixir Maternal

Esbosè su anatomìa sin tocar

la hermosura de su piel desnuda,

llevaba la inocencia en la duda

al verla desvestida era sin par.

 

 

Dos pezones trepidaban sin cesar

en sus senos de mujer halduda,

si pudiera extraer gotitas muda,

verterìa de esencia al paladar.

 

 

En mis sueños, esas tetas de panal

se movìan para arrullar mi cuna,

tarareando con el viento invernal.

 

 

Inmaculadas a la luz de la Luna,

destilaban su Elixir Maternal

para saciar el hambre en ayuna.

                     Claudio