Evandro Valladares

NUESTRO ENCUENTRO. Soneto.

Nuestro encuentro

Fue tarde de placer y de locura

de aquel  encuentro fugaz y fortuito.

Cuerpos enfrascados en sensual rito

que nos hace perder toda cordura.

 

Cual soprano de grave tesitura

tu quejido de placer se hace grito

y con suave palabra yo te invito

a llenar el momento de ternura.

 

Y así vamos buscándonos con besos

en fuego que ya pronto irá en cenizas

y ese fuego que cala hasta los huesos

 

dibuja en nuestros rostros las sonrisas

y las hojas de nuestros embelesos

ya vuelan voluptuosas y sin prisas.