Si las olas, la marea, la lluvia, el agua, el mar...
son lloro, yo seré lloro.
Si la luz, los reflejos, el brillo, el crepitar, la llama, el fuego...
que surcan mi cuerpo son grito, yo gritaré con ellos.
Si las hojas, la hierba, las ramas, el roce, el árbol, el tallo...
son viento fuerte, yo seré tacto suave en la piel.
Si los besos, los dedos, los ojos, la rojez, los pómulos, las sonrisas,
los párpados, las pestañas, los dientes, las manos, la saliva...
son cosa cálida que nos rodea,
yo seré un ruiseñor curioso acercándose lentamente hasta tu vientre
para verte por dentro,
para amar tus olas, tu luz, tus hojas... nuestros besos ardientes.