Ángel Ladera

Una confesión arriesgada

Escribo porque alguien me ha dicho

que la poesía es la única verdad.

Sé, por aquél maestro

que poder decir adiós es crecer

y se puede decir que he crecido,

sin embargo,

cada vez que observo tu mirada

que debate si mirarme o no,

por una fracción de segundo siento una bala

que atraviesa mi pecho a toda velocidad.

Pensarte se ha vuelto una rutina diaria,

una rutina de cada hora, de cada instante.

Los días siguen ahorcándome

y la única manera de escapar de ellos

es que vos estés cerca.

Me rindo con cualquier intento por desviarte

y olvidarte.

Ya estoy totalmente

A merced.