Baño de tierra eterno, es lo que necesito, madre.
Cada pequeña cosa que el viento mueve me afecta, y no es algo que prefiera.
Que el olor del invierno penetra en mis fosas nasales y me siento viva.
Tan viva, y sin preocupaciones.
Pero también, una pequeña palabra puede perforarme hasta el alma y quemarme desde dentro.
Incluso si a una parte de mi no le puede importar menos cuantas vueltas dé el mundo debajo de sus pies.
No sé cómo existo cuando soy tan diferente de mí.