Luis E. Calderon Romero

El pisotón

¡Ay! niña, tu dedo gordo

tu abuelo te lo pisó

y como que estaba sordo

pues tu berrido no oyó.

 

Brotaron chorros de sangre

que mancharon las sandalias

y convirtieron la calle

en un torrente de lágrimas.

 

Un burro que estaba al lado,

dijo:\" Pobre muchachita,

Se aguantó pisón tan grande

en su pequeña patita\"

 

\"Sin embargo, dice el dicho,

no hay mal que por bien no venga,

porque esta orquesta de gritos

a esos niños entretenga\"

 

\"Se me montaron encima

en tiempo de mi recreo,

por ella tal machucada

bien merecida la veo\".

 

Moralejas

Los burros no son tan burros.

No hay pata que haga más daño que la de la misma sangre.