Luisa Liendo

IV ENJAULADA

Que majestuosas alas,

veraces y extravagantes.

Que tonalidad, que combinación,

que perfecta unión de color.

Que bello pico, que bello canto.

 

Que ojos tan tristes ¿Qué dolor albergas?

Y esas cadenas ¿Cuál es tu condena?

Se te caen las plumas, cambiaste de color.

¿Cuál es el motivo de tal moribunda acción?

 

¿Por qué te cierran el pico?

¿Por qué te pintan las plumas?

¿Por qué te cortan las alas?

¿Por qué estás enjaulada?

 

Esa no eres tú, tú no eres esa monótona alma.

Esa no eres tú, que se escuche tú canto.

Esa no eres tú, rompe esa jaula.

 

Si tú condena es la infinidad de tus soñadoras alas o su eterno matiz.

Si tú condena es el canto que deleita tu alma.

Si tú condena es tocar el cielo.

No existe dicha condena.

 

No hay jaula existente, ni cadenas que aten.

No hay colores impuestos a tu esencia.

No hay ser humano que te corte las alas.

No hay nadie, nadie más que tú.

¿Por qué estás enjaulada?

Escapa, tú tienes el control.

Vuela, tú sabes que eres libre.

Respira, eres poesía.

 

 

Luisa Liendo.