Alma atormentada

Gaditana, pienso en ti (Rima CXXI)

Tus ojitos marrones

vibraban,

podía ver como

brillaban,

a mí me

engatusaban,

tu bonita

amistad

deparaban.

 

Eras una escultura

con tu preciosa figura,

más tu alegre dulzura,

despertabas pura

pasión y locura.

 

Tu voz me hechizaba,

adicción en mi cerebro

creaba,

oírte cantar aquella

canción me alegraba,

tu onda sonora

me agradaba.